Pachu Martínez en Islandia

Pachu Martínez, el español que juega y hace fichajes en la Liga de Islandia

La selección de fútbol de Islandia ha protagonizado en los últimos años una de las historias más sorprendentes de todos los tiempos. Con una población que supera por poco los 300.000 habitantes, es el país más pequeño en clasificarse para el Mundial, un hito que ha conseguido dos años después de meterse en su primera Eurocopa, en la que llegó a octavos de final tras eliminar a Inglaterra. Islandia es un país pequeño, con muy poca luz, menos sol y muy frío que está despertando al fútbol. Iván Martínez ‘Pachu’ es uno de los españoles pioneros en Islandia. Desde la temporada pasada es jugador del Selfoss de la Segunda División. Además de jugar, a los pocos meses de llegar el club le ofreció el puesto de secretario técnico en un decidido paso por profesionalizar su estructura. “El fútbol en Islandia no tienen nada que ver con el que conocemos en España. Por muy superior que seas técnicamente, si no te adaptas físicamente al ritmo de juego, estás muerto”, explica a Digital Football Community. Para muchos jugadores de Segunda B o Tercera española, un club como el Selfoss de Islandia puede ser una gran opción para vivir el fútbol de manera profesional. DFC es una red social para futbolistas semiprofesionales y amateur en la que conseguir visibilidad de cara a acceder a mercados emergentes en todo el mundo. Nuestra app es una plataforma que conecta a jugadores, clubes y entrenadores de la que salen oportunidades cada día.

Jugador y Secretario Técnico

Formado en las categorías inferiores del Elche y tras pasar por clubes como Ontinyent, Crevillente o Novelda, Pachu dio un giro a su vida futbolística y personal tras aceptar una propuesta del Valdres noruego, en la que fue su primera experiencia internacional antes de recalar en Islandia. “Para muchos jugadores un club como el Selfoss es una gran oportunidad para vivir el fútbol de manera profesional. En Segunda B o Tercera la gran mayoría no pueden dedicarse solo a esto y en Islandia sí que pueden”, explica Pachu, que ya lleva cinco años en el norte de Europa. Desde el último compagina su trabajo en el campo con otro de despachos, como secretario técnico. “A los tres meses de estar aquí me extendieron dos temporadas el contrato y me ofrecieron este puesto. Había terminado hace poco el curso de Director Deportivo de la Federación y me pareció una buena oportunidad para trabajar desde dentro en un club”, explica. En ambas facetas, la de jugador y la de secretario técnico, tiene por encima a la misma figura: su entrenador es también el Mánager General del club, que ha elaborado un programa a varios años para profesionalizar la organización.

El día a día de un Secretario Técnico

Si para el resto de sus compañeros en el terreno de juego la temporada termina con el último partido, para Pachu el final del curso se funde con el inicio del siguiente. De hecho, la preparación del futuro inmediato empieza semanas antes de concluir el ejercicio presente. “Ya vas sabiendo quiénes van a seguir y no, con qué jugadores no cuenta el entrenador… y ahí ya te pones a buscar los perfiles que necesitas”. La primera parte del proceso de reclutamiento se lleva a cabo en el mercado interno. En este punto, las reducidas dimensiones del país juegan a favor de un club con una estructura todavía limitada. “Me veo muchos partidos de Tercera División islandesa para ver si hay jugadores que nos puedan interesar. También analizo equipos de Primera, especialmente a futbolistas que puedan salir desde el banquillo y no tengan tantas oportunidades en esa categoría y partidos de Copa, en los que suelen aparecer hombres que no son habituales en Liga”. Todos los jugadores analizados van a una base de datos en la que se registran, además de sus características, situaciones contractuales. “Al ser un sitio tan pequeño, si algún jugador no está contento y se quiere ir, pues es muy fácil que te llegue la información”, apunta Pachu.

Importar salto de calidad

Si bien el grueso de la plantilla se nutre del mercado local, esos jugadores que está llamados a teóricamente subir el nivel del equipo se buscan fuera en países como España, rastreando la Segunda B y la Tercera División. “Utilizamos una plataforma que nos permite ver casi todos los partidos de esas categorías. La zona de Alicante yo me la conozco muy bien y si hay algún jugador que nos pueda interesar, vemos si se puede hacer y ya le vemos dos o tres partidos”. Más allá de la situación deportiva, también hay que conocer la coyuntura personal. El secretario técnico tiene que hacer casi de detective. “A veces hay jugadores que cambian de Segunda B a Tercera, pero lo que no sabes de primeras es si esto ha sido provocado porque por ejemplo se ha sacado una oposición. Antes de ponerte a analizar a un jugador y emplear ese tiempo te informas algo de su situación para ver si es viable”, explica. Digital Football Community es una red social profesional perfecta para tener en un mismo lugar tu currículum futbolístico. Además de poder crear un perfil con vídeos de tus habilidades, también puedes compartir tu situación contractual y detalles que puedan interesar a un potencial empleador.

Pachu ya es uno más dentro del ecosistema del fútbol nórdico. Sus temporadas en Noruega e Islandia y el éxito que ha tenido en ambos países hablan de su capacidad de adaptación a un deporte muy diferente al que se practica en España. “No tiene nada que ver”, resume Pachu. “Los jugadores son mucho más físicos y fuertes. Hay mucho choque y segunda jugada. Por muy superior que seas en técnica individual, si no eres capaz de adaptarte a la manera en la que se juega aquí, no vas a poder marcar las diferencias”. En su primera temporada en el Selfoss fue nombrado mejor jugador del equipo. “Islandia es una buena opción para futbolistas semiprofesionales españoles, pero siempre partiendo de la premisa de que se van a encontrar un fútbol muy diferente”.

Poca luz y mucho frío

Además de esta adaptación al juego, Pachu también tuvo que aclimatarse a las particularidades de un país en el que hay poca luz y sol y mucho frío durante demasiados meses. “Es duro, incluso para los que viven aquí”, resume el alicantino. “En noviembre te levantas de noche, desayunas, comes y cenas de noche… se hace muy raro y te afecta emocionalmente. Había días que me sentía nostálgico y triste y yo decía, ‘joder, si estoy feliz y haciendo lo que me gusta’”. Es la realidad de un país en el que el colegio se suspende si hace buen tiempo (que salga el sol y haya doce grados es buen tiempo) y que está despertando al fútbol, tanto para perfiles como Pachu, que buscan vivir el profesionalismo fuera de España como para los locales, que ahora sueñan con ser el siguiente Sigurdson en un lugar donde hasta hace poco el balonmano era el primer deporte. “En la cantera del Selfoss había 350 niños cuando llegué y ahora hay 600. Lo que está ocurriendo con el fútbol en Islandia es muy especial”.

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