Mauricio Elena, durante un entrenamiento junto a Juan Eduardo Esnáider

Mauricio Elena, listo para arrancar su carrera como primer entrenador

Mauricio Elena es un luchador del fútbol. Como jugador no dudó cuando le surgió la posibilidad de cambiar su Argentina natal por España a principios del milenio. Tuvo una interesante carrera en Segunda B y se quedó para hacerse entrenador en un viaje de ida y vuelta que le ha llevado a equipos de la división de bronce española, a Godoy Cruz, a las categorías inferiores del Atlético de Madrid y al Getafe en LaLiga entre otros. Al poco de dar por ‘zanjada’ su etapa como segundo entrenador y embarcarse en la de primero, ha atendido a Digital Football Community. “Siento que estoy preparado para dar este salto. Ya hemos recibido varias ofertas. Espero que pronto pueda salir algo interesante en Europa, donde quiero entrenar”, cuenta a DFC desde México, donde está visitando a su colega Claudio ‘El Polaco’ Arzeno, segundo entrenador del Pachuca. Digital Football Community se está convirtiendo en una aplicación de referencia para los entrenadores. La visibilidad global que les ofrece puede marcar la diferencia en un mercado cada vez más competitivo.

Hacerse entrenador

Elena llegó a España en el año 2001 después de una buena carrera en Argentina ganándose la vida con el fútbol. Cuando militaba en la Segunda División de su país le surgió la oportunidad de probar en España. “Me contactó un representante y me preguntó a ver si me interesaba la posibilidad de jugar allí. Tenía pasaporte comunitario y eso me habría más las puertas. Con 28 años firmé por el Talavera”. Su periplo en la Segunda B del fútbol español se completó con experiencias en el Motril, el Corrajelo y el Cacereño antes de colgar las botas después de su 31 cumpleaños. Centrocampista durante toda su carrera, la vena de dirigir siempre había estado latente. “En el campo ya mandaba mucho y hablaba constantemente”.

Esa vocación de técnico la reconoció pronto Tino Muñoz, presidente del Talavera, quien recién retirado le ofreció el puesto de entrenador y un contrato de cuatro temporadas. “Al principio me hizo una propuesta de un año y la rechacé. Dos y la rechacé… hasta que me llamó y me dijo: ‘te doy tantos años como los que me quedan a mi en el cargo de presidente’”. La carrera de Mauricio Elena en los banquillos había comenzado. En DFC queremos que los jóvenes entrenadores tengan una herramienta digital que les pueda ayudar a encontrar su primer trabajo. Escuelas de técnicos como ANEFF publican sus ofertas de trabajo para todos los niveles en la aplicación.

Getafe, experiencia en la élite

Doce años después de estrenarse en Segunda B, a Mauricio Elena le llegó la oportunidad de catar la Primera División de la mano del Getafe y como ayudante de Juan Eduardo Esnáider, con quien había trabado amistad durante su etapa de entrenador de las categorías inferiores del Atlético de Madrid. “Fue un paso gigantesco en mi carrera. El Getafe es una organización muy seria y ordenada en todos los departamentos. Que estuviera tantos años seguidos en Primera y luego consiguiera regresar tras solo una temporada en Segunda es el resultado de lo bien que se hacen las cosas en el club. Ahí está cómo empezaron ahora en el retorno también”.

Este periplo en Getafe, que se extendió durante seis jornadas en Primera y siete en Segunda trae a la memoria sentimientos encontrados para Elena. “Los resultados no se dieron en el inicio de la Liga Adelante y tuvimos que salir, pero la manera en la que transformamos un equipo que estaba casi descendido en uno que llegó a la última fecha dependiendo de sí mismo fue un gran trabajo”, recuerda. Esnáider y Elena cogieron un Getafe que había sumado dos puntos en los doce partidos anteriores y parecía sentenciado. “Tocamos mucho la parte anímica. Les hicimos creer a los jugadores. Y fue de agradecer el compromiso que mostraron. Un par de futbolistas que estaban tocados hicieron un gran esfuerzo poniéndose al servicio del equipo”. El vuelco que dieron al plantel no pudo cristalizar con la permanencia. “Fue tremendo llegar dependiendo de uno mismo al último partido, pero ahí no salieron las cosas”.

Tampoco fueron bien en el inicio en Segunda. Después de solo siete jornadas, la directiva prescindió de sus servicios para contratar a un Bordalás que condujo al equipo al ascenso tras un brillante trabajo con un bloque confeccionado por Esnáider y Elena.

Atlético, la Universidad

La sociedad de estos dos argentinos en los banquillos nace cuando Elena entrenaba en la categorías inferiores del Atlético de Madrid, donde había llegado recomendado por David Aznar tras dos buenos años en el Talavera. José María Amorrortu, director de fútbol base del Atlético de Madrid entre 2006 y 2011, le contrató para entrenar a los infantiles. Jugadores como Javi Manquillo, Lucas Hernández o De Gea pasaron por sus manos en una trayectoria que se extendió hasta los juveniles. “Y allí es donde conozco a Esnáider. Su hijo jugaba en el Juvenil, donde yo era el segundo de David Aznar, y solía venir a ver los entrenamientos. Le gustó mi manera de trabajar y cuando se fue al Zaragoza me ofreció ir con él”, recuerda Mauricio Elena.

De la mano del exjugador del conjunto maño y el Atlético entre otros, Elena pasó por el filial zaragocista y el Córdoba antes de recalar en el Getafe. Durante un paréntesis trabajó en San Martín de San Juan, de asistente de Facundo Sabas, y en Gody Cruz como técnico de la reserva y ayudante del exfutbolista del Real Madrid Gabriel Heinze para el primer equipo. Pero la génesis del proceso hay que buscarla en el Cerro del Espino. “Siempre digo que yo me hice entrenador en el Atlético de Madrid. Creo que todos los entrenadores tienen que pasar por el fútbol base y yo tuve el privilegio de hacerlo en uno de los mejores sitios del mundo. Con Amorrortu aprendí una metodología que me formó como técnico”.

Buscando nuevos retos

Mauricio Elena se encuentra ahora en un momento clave en su carrera. Después de una notable trayectoria como asistente, ha decidido que es el momento de ser el jefe. “He formado mi cuerpo técnico y ahora voy de primer entrenador”, explica. “Ya hemos tenido varias ofertas que he estudiado con mi representante, pero al final no hemos cerrado nada. Tuvimos una de la Primera División de Chile en la que finalmente no nos pusimos de acuerdo”.

El anhelo profesional de Mauricio Elena es entrenar en Europa, y puestos a elegir en España. “Allí es donde me hice entrenador. Y es (Europa) donde está el máximo nivel. Quizás otros destinos más exóticos pueden ser más apetecibles a nivel económico pero el objetivo es dirigir en los países más importantes. A uno siempre le gusta medirse con los mejores y probar que puede tener su sitio”.

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