Cristiano Ronaldo celebra un gol en el Bayern de Munich - Real Madrid

Munich, contigo empezó todo. El apunte de Jesús Gallego

El miércoles 12 de abril en Munich empezó a cambiar la historia y el juego del Real Madrid de Zidane. Días antes de ese partido de ida de cuartos de final de la Champions, el Madrid había empatado en el Bernabéu con el Atlético de Madrid (1-1), en un partido regular de los de Zidane, que había puesto una vez más a la BBC de salida. El pinchazo blanco no fue aprovechado por el Barcelona, que perdió sorprendente en Málaga, pero a pesar de conservar el liderato los blancos llegaban al tramo final de temporada con muchas dudas. Zizú volvió a salir en Alemania con los tres de arriba y al descanso perdía por un gol a cero y además el Bayern había fallado un penalti. El panorama no era esperanzador. Cristiano igualó el partido y al poco tiempo se lesionó Bale, que fue sustituido por Asensio. En ese momento cambió el devenir de la temporada. El Madrid, beneficiado también por la expulsión de Javi Martínez, dominó la segunda parte jugando con cuatro centrocampistas, dando sensación de haber podido solventar definitivamente la eliminatoria más allá del 1-2 final.

La vuelta a la Liga fue en Gijón, donde el entrenador, con Bale de baja, mantuvo el 4-4-2. Fue un partido competido en el marcador pero con el juego dominado totalmente por el Madrid, donde irrumpió Isco en la titularidad maravillando con dos goles que mantenían al equipo en la cima. A los tres días, en la vuelta ante el Bayern, Isco repitió de titular en el mediocampo que al final de temporada se convertiría en incuestionable. Se ganó en la prórroga, pero la imagen volvió a ser solvente y el Madrid mereció el pase.

El fin de la BBC

Sorprendentemente, llegó el partido de Liga ante el Barça y Zidane hizo reaparecer a Bale, una precipitación que lastró al equipo porque el galés no aguantó ni un tiempo. Fue su último partido como titular y la última vez que el Madrid salió a jugar con tres delanteros. La derrota ante el Barça y la lesión del galés certificaron el final de la BBC esta temporada. El Madrid había perdido el liderato y afrontaba entonces como finales todos los partidos que le quedaban hasta el final. En todos ellos jugó con un 4-4-2 y en todos fue mejor que sus rivales.

La serie empezó en Liga en Riazor goleando al Depor y después en el Bernabéu ganando al Valencia. El equipo iba cogiendo confianza y automatismos, con protagonismo para Isco y James. Llegó la semifinal ante el Atletico del Cholo y apareció el equipo titular que arrolló 3-0 a los colchoneros. Hacía tiempo que el Atleti no era tan inferior ante un equipo dominador y con pegada. “La clave fue tener cuatro centrocampistas”, reconoció Kroos después. Casemiro, Modric, Kroos e Isco dominaron el partido, marearon al rival y conectaron perfectamente con Benzema y Cristiano. Ya no había duda, el Madrid así jugaba mucho mejor. El resultado condicionó la vuelta, donde el Madrid salió despistado pero espabiló cuando se vio con 2-0 en contra y se metió en la final sin pisar el acelerador. En ese momento Zidane interiorizó que Bale, aunque se recuperase, no iba a ser titular en la final de la Champions.

Mejor sin Bale

Quedaba el reto de la Liga, con cuatro partidos que eran cuatro finales, tres de ellos fuera de casa. El Madrid fue a todos ellos a jugar seguro de su sistema, cuatro centrocampistas siempre, y a pesar de las rotaciones, entre ellas las de Cristiano, dominó y fue mejor en todos. En Granada, con el Sevilla en el Bernabéu, en Vigo y en Málaga el Madrid siguió creciendo en su juego, dominando los partidos y mostrándose como un bloque unido, asentado en la asociación de sus centrocampistas y ocupando los espacios en todo el terreno de juego. No había duda, se había acabado para siempre el 4-3-3 de la BBC. Con los cuatro centrocampistas estaban más felices todos: los defensas, los delanteros, el entrenador, el palco , la grada….. Ya no se podía cambiar.

Llegó la final ante la Juve y Bale fue suplente a pesar de estar recuperado y de jugar en su ciudad. La maravillosa segunda parte y el baño de juego a los italianos consolidó a este equipo como uno de los mejores que ha tenido el Madrid en muchos años, jugando infinitamente mejor que lo hacía las últimas temporadas.

Esto lo ve un ciego. Hasta la planta noble del club se ha dado cuenta que sin Bale el equipo es mejor.

De lo que vaya a pasar la próxima temporada, ya hablaremos.

Por Jesús Gallego

 

One Comment

  1. reducirlo todo a un Isco x Bale es pobre, simple y falso. Es decir, un análisis a su altura, señor Gallego.

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